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Restaurantes Mexicanos

En Denver, el panorama de la comida mexicana anuncia con bombos y platillos tanto camiones de tacos y taquerías modestas como cantinas rústicas y bistrós modernos, todos administrados por chefs que reinventan las comidas de la infancia que vivieron en su México natal. Recorre las calles de la ciudad y descubre un aguachile de camarón originario de Sinaloa, un complejo mole de Oaxaca, tacos callejeros deliciosamente coronados de cerdo rostizado y salsa picante, y burbujeantes molcajetes que cuecen a fuego lento carnes y mariscos. Podrías pasar días enteros disfrutando de la impresionante variedad de restaurantes mexicanos que ofrece la ciudad.

Kachina Southwestern Grill

Este hermano de Kachina Southwestern Grill, imprescindible para los residentes de Westminster, lleva su mismo nombre e invita a pasar desde el interior del elegante Maven Hotel ubicado en Dairy Block, un desarrollo urbano de uso mixto en Denver que se perfila como un próspero destino culinario en Lower Downtown (LoDo). El establecimiento ofrece además una coctelería aparte a la que llama Poka Social Club, cuyo lujoso ambiente retrorromántico presagia el más elegante de tus aperitivos. Y desde su extenso mural de intensas tonalidades brillantes, una dama con aretes de plumas y gafas reflectantes define la atmósfera del restaurante con destellos de una puesta de sol en el desierto. El salón comedor principal —que combina detalles en adobe, mesas de mármol y banquetas naranja y turquesa en homenaje a los colores propios del Suroeste— es el complemento perfecto del menú: una original (pero mesurada) oferta de tamales y platillos de pollo, carne y mariscos, un maravilloso pozole mexicano y los tacos navajos que distinguen al restaurante.

Toro Latin Kitchen & Lounge

Richard Sandoval, chef y propietario de varios restaurantes (Tamayo; La Sandia; y Maya, en Avon) inicia una oleada progresista y ecléctica de sabores cosmopolitas en Toro Latin Kitchen & Lounge, el nuevo destino gastronómico que te espera dentro del refinado Hotel Clio en Cherry Creek. El menú de Sandoval, libre de barreras culinarias, aprovecha ingredientes de Brasil, Argentina, Asia, Japón, Venezuela y, naturalmente, México. ¿El resultado? Una fusión de sabores que cobran vida y deslumbran sobre el plato. Las contemporáneas banquetas y mesas de madera oscura comparten el espacio con murales pintados a mano, armarios de tequila privados y un bar especializado en ceviche del que resultan platillos como, por ejemplo, el ceviche de ají amarillo con hamachi, mango y pepino. Y para la hora feliz, el preferido es el patio al aire libre, suavemente iluminado con series de luces blancas y lujosamente provisto de muebles de salón. No dejes de probar la salsa de pez espada ahumado que va estupendamente con la margarita de mercado preparada con una infusión de tequila y jalapeño, maracuyá y espuma de jamaica y romero.

Tamayo

Punto de referencia arraigado en Larimer Square y semillero de ideas de Richard Sandoval, destacado chef y propietario de restaurantes oriundo de México, Tamayo se especializa en originales versiones de la cocina tradicional del país azteca. Al igual que los innovadores platillos —tartar de atún y guacamole; tacos de carne de pecho ahumada; enchilada de cangrejo y camarón; y lubina rayada a la parrilla envuelta en hojas de maíz—, la decoración es sorprendente; los cócteles, modernos y audaces. Contempla la legendaria puesta de sol de Colorado desde la lujosa azotea de Tamayo, cuyos famosos brunches de fin de semana ofrecen la oportunidad perfecta para relajarse en este oasis de margaritas tras margaritas... tras margaritas.

La Loma

Mucho antes de que la cocina mexicana conquistara Denver, estaba La Loma: una bendición de chile verde, margaritas enormes, nachos y fajitas al mejor estilo de Colorado. Desde su llegada en los años setenta, el restaurante ha tenido tres ubicaciones distintas, entre ellas, su domicilio actual en pleno centro de Denver. El rústico espacio engalanado con ladrillos rojos, cuadros dorados figurativos del Suroeste y detalles en hierro forjado, cuenta con una cocina abierta y un bar aparte en el que se dan cita divertidos asiduos de la hora feliz para disfrutar de cerveza y minichiles rellenos, picantes, crujientes y rebosantes de queso derretido. Y tenemos un segundo establecimiento suburbano en Castle Rock.

Otra Vez Cantina

De los mismos propietarios de Soiled Dove Underground, este restaurante y cantina mexicano situado en el 16th Street Mall luce una variedad de colores muy estimulante, murales con caprichosas imágenes del Día de los Muertos, lámparas estrelladas colgantes y cómodos sillones dispuestos en torno a mesas artísticas, una de las cuales deletrea la palabra «LOVE». El menú de platos mexicanos modernos pensados para compartir, así como los tacos callejeros y los clásicos tradicionales de la cocina Tex-Mex, revelan un amor genuino por la comida mexicana. Por su parte, la colección de tequila y mezcal —más de 200 botellas— demuestra el apasionado fervor que siente el equipo del bar por el milagroso agave. Para no dejar lugar a dudas, han instalado un salón de mezcal en el entrepiso, que curiosamente se asoma al animado bar y comedor del piso inferior.

La Diabla Pozole y Mezcal

El pozole es la clave de este festivo establecimiento de Five Points a cargo de su chef y propietario José Ávila, quien creció en la Ciudad de México, y afortunadamente para nosotros, trajo su cultura culinaria a la Mile High City. Este pozole, en sus cinco variedades, desborda nixtamal casero y sus acompañantes de rigor: repollo, rábano en rodajas, lechuga, trozos de limón, potentes cebollas blancas y, si deseas, aguacate y chicharrones. La suavemente iluminada pozolería —única en su especie en Denver— le rinde tributo al Día de los Muertos con calaveras y murales sobre sus paredes de ladrillo. Por su parte, el bar ofrece una estupenda carta de cócteles, entre la que destaca la margarita madre facka, preparada con poblano, agave, tequila y mezcal e ingeniosamente adornada con una delicada hoja de guayaba en forma de esqueleto.

Perdida

Los propietarios de Birdcall, Homegrown Tap & Dough, Park & Co. y Park Burger son los responsables de este jovial, progresista y hípster restaurante mexicano inspirado en Baja California y situado en el corazón de Washington Park. El hermoso local es un regalo para la vista, con mosaicos de tonalidades marinas, taburetes revestidos de cuero, lámparas hechas con partes de motocicleta readaptadas y murales caleidoscópicos. Imagínate un lugar que le incorpore al lujo de un elegante club costero la sofisticación de un deslumbrante estilo de vida urbano. En Perdida encontrarás elote callejero mexicano salpicado de queso Cotija; ceviche de pargo, camarón y ostión de la bahía con un toque de limón; tacos de carnitas con corteza de chile y sazonados con piña asada y adobo; carne asada con enchilada de papa; y lubina rayada zarandeada, marinada y abierta en dos, acompañada de ensalada de chayote y papaya. Son muchos los restaurantes de comida mexicana en Denver, pero ninguno con la carta de cócteles de Perdida, un canto a las ingeniosas pócimas de mezcal y tequila.

Mr Peralta Mariscos

El ceviche, el pescado crudo o los mariscos marinados en jugo de limón fresco, aliñados con chiles y cilantro e intensificados con cebollas crudas constituyen uno de los mejores regalos culinarios que este país heredó de México. Y de Mr. Peralta Mariscos, un local estucado y esquinero de Sunnyside, puede decirse que su ceviche es el más exquisito de Denver. El alegre comedor vibra al son de música mexicana, con la cual compiten las voces de comensales que devoran groseramente enormes platos de ceviche y copas de coctel de mariscos que flotan en caldo de tomate. Los cocineros hacen su aporte al clamor desde la cocina abierta mientras sus cuchillos te anuncian que estás a punto de emprender un festín delicioso. El amplio menú de ceviche se equilibra con varios aguachiles de intenso sabor picante y cítrico; platillos de camarón servidos a diestra y siniestra; tacos de mariscos y sopas y molcajetes que apuntan al cielo con tenazas de cangrejo; filetes de pescado frito, almejas y camarones encintados con tiras de tocino.

Cantina Loca

Ese animado y popular establecimiento de Lower Highland (LoHi) es la más reciente iniciativa de la célebre y talentosísima chef Dana Loca Rodríguez (Super Mega Bien, Casa Bonita y Work & Class) y presenta lo mejor de la comida mexicana callejera: ceviche de bacalao; queso fundido; deliciosos tacos fritos colmados de queso y puré de papa; chorizo casero recubierto de tortillas de maíz azul recién hechas; y sabroso cordero de Colorado hecho al pastor, envuelto en hoja de plátano y acompañado de tortillas de maíz blanco y azul, y un celestial aderezo de aguacate y salsa. Aventúrate en una cata de los tequilas y mezcales que produce a pequeña escala la propia Rodríguez y alza tu copa para brindar por la buena nota, la estupenda atmósfera amenizada con sensual música latina y unas de las margaritas más mortíferas de la ciudad. Además. Ni se te ocurra perderte del flan bañado en caramelo. Es pecaminosamente delicioso.

La Calle Taqueria y Carnitas

Aunque en las ciudades y los pueblos de México pueden encontrarse restaurantes como La Calle en cada esquina, en el barrio de Valverde, no hay nada que se parezca a esta taquería abarrotada de los trabajadores, las familias y los fanáticos de tacos de la zona. Allí se les puede ver bebiendo horchata con canela, tomando sopa de carne de chivo rostizada y devorando tortillas de maíz suave con cerdo asado a fuego lento, cebolla cruda, hojas de cilantro, un chorrito de limón y un baño de salsa fresca, de la cual hay seis variedades y la mayoría de ellas hecha para poner a prueba tu resistencia al chile. Ve con calma y precaución.

La Loteria Taqueria

Tras recorrer cientos de millas sobre ruedas, este antiguo camión de comida al fin encontró su hogar en una fachada visualmente estimulante del cotizado barrio Baker. El menú no es tan provocador como algunos de los clientes que llegan al mostrador, pero la comida es muy buena, lo que equivale a decir que allí encontrarás todo el catálogo culinario de delicias mexicanas: totopos calientes y guacamole perfectamente aliñado; papas fritas ahogadas en chile verde con carne asada y quesos elásticos mexicanos; tacos de carrillera y tacos de chivo; una hamburguesa colmada de chile poblano rostizado y salsa de queso para nachos; un burrito repleto al estilo californiano y enchiladas de queso recubiertas de una salsa verde moderada. Y si acaso tuvieras antojos en la noche, podrás satisfacerlos eligiendo, de un menú resumido, un platillo que retirarás por la ventana del restaurante.

El Taco de México

«Para sabores verdaderamente asombrosos, El Taco de México es imprescindible» opina Andrew Zimmern, presentador de Bizarre Food, quien visitó este icónico distrito artístico del trono de acero de Santa Fe durante la parada que hizo en la Mile High City. Y continúo diciendo que El Taco de México es «la taquería por excelencia de Denver» y sirve el «mejor menudo y los mejores tacos de la ciudad». De todo corazón, los lugareños concuerdan con esa afirmación y hacen cola de mañana, al mediodía y por la noche para disfrutar de los tacos al pastor salpicados de cebolla y cilantro, los burritos rellenos de chile bañados en un chile verde increíblemente sabroso y el menudo, el antídoto mexicano para la cruda. Y que no te quepa la menor duda: es un tugurio con un mostrador de formica amarilla, pero también es la taquería predilecta de la ciudad. Y su salsa picante es legendaria.

Los Chingones

El chef y propietario Troy Guard es famoso por la audacia de sus restaurantes. Situado en el cotizado y artístico barrio RiNo, Los Chingones le hace honor a su reputación. En la alegre taquería de dos pisos, decorada con llamativos murales y arte popular mexicano, reina una atmósfera artística. Y la comida también es digna de reconocimiento. Empieza por una degustación de salsas y guacamole y ve escalando posiciones hasta llegar a los tacos de pulpo o carne de Kobe. También encontrarás una innovadora lista de cócteles protagonizada por el tequila, que podrás degustar mejor en la extensa azotea que domina la ciudad. Los Chingones goza de tanta popularidad que ha abierto varios locales por toda la ciudad, por ejemplo, en el Denver Tech Center y Central Park.

Dos Santos

Propiedad de los hermanos Jason y Kris Wallenta (que también presiden White Pie, una pizzería al estilo de Connecticut), Dos Santos incorpora los sabores de la Ciudad de México a la serie de restaurantes que ocupan la avenida 17 a la altura de Uptown. El pequeño menú se distingue por sus elaboraciones de guacamole tradicionales y contemporáneas (pide la degustación) y aguachiles: una combinación de camarón cocido en jugo de limón, cebolla, aguacate y chile serrano. Lo que lo hace más famoso son sus tacos de maíz blando, entre los que destaca el Del Mar, una deliciosa capa de camarones rebosados en cerveza, repollo rebanado, cebollas en vinagre, puerros fritos y alioli habanero. Este espacio reinventado de estilo industrial, adornado con ladrillos y detalles de madera reciclada, también ostenta un animado bar que sirve cócteles clásicos, cervezas artesanales y margaritas que pegan fuerte.

Tacos, Tequila, Whiskey

Uno de los muchos atributos de la tortilla, en este caso la de maíz, es su versatilidad. La modesta tortilla sirve de lienzo sobre el cual experimentar, y es eso precisamente lo que hace Kevin Morrison, chef y propietario de Tacos, Tequila, Whiskey, su dinámico triplete de establecimientos mexicanos en City Park, Governors Park y Highland. Las tortillas a la plancha son una base perfecta para los ostiones y los camarones asados al sartén con crema de aguacate y pico de gallo o panceta de cerdo estofada agridulce con ajo confitado y ensalada de cilantro y repollo. ¿Pero por qué parar allí cuando puedes disfrutar de los crujientes tacos de lengua de res, tacos de carne y un fantástico plato vegetariano con queso Cotija, aguacate y salsa de tomatillos rostizados? Es impecable la oferta de tacos, y lo mismo se puede decir del resto del menú: queso fundido con chorizo, guacamole y totopos, chicharrones de pollo y, de postre, churros con salsa de chocolate mexicano caliente. No es necesario decir, por supuesto, que todo sabe aún mejor con cerveza o una margarita, las cuales encontrarás en abundancia. Y sí. También hay suficiente whisky.

Adelitas Cocina y Cantina

Respecto a Adelitas Cocina y Cantina, un animado restaurante mexicano en Platt Park, deberás planificar con antelación si quieres aprovechar su superpopular martes de tacos, un día entero de multitudes que llegan en manadas y soportan la espera para darse un banquete de tacos por $1 cada uno. Y, aunque los tacos acaparan la atención, también sería sabio de tu parte tener en cuenta las enchiladas de mole, la carne asada y el pozole rústico, una sopa caldosa y rojiza rebosante de cerdo y chiles guajillos. Aparte: cebollas, cilantro, rábano cortado en dados, repollo, trozos de limón y tortillas suaves. Si te gusta correr riesgos, agrégale una cucharada de la salsa habanera, tan irreprimiblemente adictiva como picante. Y si bien debes pedirla sin titubear, una margarita de mezcal no aliviará tu sufrimiento…, pero puede que una horchata sí. Si se te antoja un brindis después de cenar, ve directamente a la entrañable mezcalería detrás de Adelitas.

Uno Mas Taqueria y Cantina

El maridaje de tacos, tortas y pupusas se apodera del menú en Uno Mas Taqueria y Cantina, un festivo par de taquerías con locales en Platt Park, Alamo Placita y Fort Collins. Garantizar la frescura del producto es la filosofía del personal, que extrae de sus huertos, invernadero y tierras de cultivo las frutas y verduras de temporada y les compra pollo, cerdo y carne de res a los criadores de Colorado.  Los tacos de panceta de cerdo, mezclados con café y chiles anchos, te desafiarán a pedir otro, mientras que los tacos de lengua de res resaltados con jalapeños y tomates, salpicados de crema mexicana y queso Cotija desmenuzado están en perfecta sintonía con los paladares aventureros del barrio. Cervezas artesanales y una colección de más de 70 tequilas permiten la lubricación necesaria.

Teocalli Cocina

Olde Town Arvada es un paraíso suburbano para los amantes de la buena cocina, en parte gracias a los refinados restaurantes como Teocalli Cocina, encabezado por el chef Julio Gaspar, oriundo de Puerto Escondido, Oaxaca, y el antiguo mago de la cocina del extinto Lola Coastal Mexican. Resulta muy fácil montar la fiesta con los extraordinarios tacos, las tortillas de maíz a la plancha recubiertas de asado de tira, quesos de Oaxaca y Chihuahua, salsa de aguacate verde, cilantro y los igualmente deliciosos tacos de panceta de cerdo glaseada en tamarindo y chipotle acompañados de cebolla roja en vinagre. Sin embargo, los tacos no son lo único digno de destacar: las margaritas son espectaculares, al igual que el guacamole con chorizo verde y las enchiladas de queso oaxaqueño aderezadas con intenso mole poblano.

Garibaldi Mexican Bistro

Garibaldi, sus blancas paredes moteadas de grafiti, los comentarios escritos a mano que ensalzan las virtudes de sus tacos, los huaraches, los nopales rellenos, las gorditas y las carnitas bien podrían ser el tipo de comida mexicana que desestimarías, sobre todo, porque el lugar está anexado a una gasolinera Conoco. Esto lo convierte en una novedad. Igualmente, la parada de Englewood puede que sea el único lugar de la Mile High City en el que puedas comer quecas de Yucatán: quesadillas hechas de masa fresca que se fríen y se saturan de queso blanco, epazote y chicharrones. El amplio menú respeta los ingredientes de calidad, la tradición y la pasión, y la comida, de sabores intensos, es una de las más fascinantes de la ciudad.

Xicamiti La Taquería Bistro

Desde el punto de vista gastronómico, la razón más convincente para hacer la excursión a Golden, el pueblo que nos dio a Coors-Molson Brewery (y el aroma de malta asada), es Xicamiti La Taquería Bistro, un restaurante de tonalidades turquesas cuyo altar dedicado al mezcal —una vitrina triangular de madera con calaveras y esqueletos alusivos al Día de los Muertos— es suficiente para disputarse un espacio de estacionamiento y, muy posiblemente, una mesa. Se trata de un lugar poco convencional y nunca está terriblemente abarrotado, lo cual es de extrañar. Probablemente, quien te atienda te dará un discurso sobre el propietario, Walter Meza, y su inquebrantable obsesión por la cocina mexicana. Pero cuando pruebes los tacos callejeros de Meza, colmados de maíz y chiles poblanos a la parrilla, cebolla y queso blanco derretido, comprenderás el porqué de tanto aspaviento. Y cuando además le des el primer bocado a su exquisito flan de maíz con bayas frescas, lo convertirás en más que un fetiche.

By Lori Midson